Sunday, 13 April 2014

Un día más evitas confrontarte con tu colección privada de sueños. El peso ardiente de estos te fuerzan nuevamente a un baile hostil con sábanas y almohada; nada de salsa, tangos o dulces boleros, más bien el tipo de baile con el que Belcebú hostigaría a sus condenadas predilectas en otra noche asfixiante por los pozos del inframundo. Y así hasta que los primeros destellos del alba anestesian tu hipertrófico cerebro. Algunos presuntuosos apuestan a que no tardará mucho en explotar, dadle unos meses, dadle unas semanas.


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