Thursday 26 December 2019

Instalada

No sé cómo has logrado
entrar aquí sin llamar
y poner mi mundo del revés

El orden que tanto 
me costó conseguir 
se escapa por el balcón

Ahora estoy a tu merced
indícame cómo hacerlo bien

Me has mostrado todo lo bello
que anida en ti
y he creído que era para mí

Besos y susurros al amanecer
devuelven la fe
luego un sol traidor la funde con él

Ahora estoy a tu merced
indícame cómo hacerlo bien

Un aciago vendaval
ruge sin cesar
te veo sonreír
desde tu altar
la voz de la razón enmudeció
la tormenta ya está en mí
gracias a ti

Ves mis ojos brillar cada noche
y hablar por mí
pero nada logra calar en ti


Luz, balas y tu voz

Tu luz desbocada
me va a abrasar
ya me cegó tiempo atrás
y aquí sigo, buscando una señal

La bala de mi pecho
se adentra un poco más
expulsa veneno allá adonde va
sé que pronto me paralizará

Temo dormir y que me encuentres
en lo más profundo de mis sueños
una vez te hagas conmigo
no podré volver a escapar

El sonido de tu voz
está en toda canción
no puedo distinguir
las trampas de mi interior
me guías hacia ellas
con dulzura y compasión

La culpa come aquí y duerme aquí
la culpa vive aquí

Temo dormir y que me encuentres
en lo más profundo de mis sueños
una vez te hagas conmigo
no podré volver a escapar



Julio

Tu voz lo decía todo de ti: poderosa y delicada, cálida y acogedora. Una voz tan hermosa, entusiasta y generosa como su propio emisor. Una voz inolvidable.

Recuerdo arde

La noche de mi vida
es tu noche olvidada
y ahora espero a que me digas
cómo olvidarte

Sales en cada sueño
que acaba antes de tiempo
sueño que alguno no llegue
a acabar jamás

Mi mundo se abre en canal
se pierde en la noche sin fin
grito al viento, no hay nadie más aquí

Tu recuerdo arde y arde
no hay extintor
tu recuerdo arde y arde
era él o yo

Una nueva vida
es todo lo que ofrecen
espero que tu ceniza
no se pose en ella

Mi mundo se abre en canal
se pierde en la noche sin fin
grito al viento, no hay nadie más aquí


15 años

15 años y 100 temores
todo pintado de color negro
el final antes de comenzar
sin dioses a los que suplicar

15 años y 100 temores
a solas con ideas malsanas
encerrado con el enemigo
las balas bailan sobre mí

Acumulaba sueños bajo la almohada
que convivían con miedos y dolor
los sabios compartían su saber
palabras que morían en el cristal

15 años y 100 temores
algunos saltaron, yo esperé
la hiel te puede matar
el ayer está aquí por ti

Todo el mundo se equivoca (menos yo)

No digas que no
yo tengo razón
siempre la tengo
siempre la tendré
solo sé que lo sé todo

Soy el chamán providencial
el cancerbero de la verdad
calla y escucha a la voz de la razón
¿qué haríais sin mí?
Tendríais que discutir

Oigo por ahí
que habláis de mí
entre risas me calumniáis
no es cierto
yo no soy así

Soy el león y el tiburón
el mandamás de la región
bajé del cielo para traeros la luz
soy el gurú
no me podéis rebatir

Todo el mundo se equivoca
todo el mundo se equivoca
menos yo

El olor de las ruinas

Antes se llamaba hogar
ahora se llama nada
¿por qué todo ha de sucumbir?
¿por qué el río no perdona?

No quedan más que vagos recuerdos
no queda más que el olor de las ruinas

Tengo el mismo sueño cada noche
vuelvo allí otra vez, a la misma vieja casa
en la misma vieja playa donde aún sabía
cómo jugar y me permitía sonreír
los dos estabais allí, y esta vez
el rayo no nos alcanzaba

Antes le llamabas padre
ahora no le puedes llamar
todos han de caer
no hay rey imbatible

Solo quedan voces indescifrables
solo queda el olor del edén perdido

Miedo a la intimidad

Tu forma de expresar es callando; tu forma de concluir es desapareciendo. Tus reglas son estrictas: nunca dar el primer paso, nunca mostrar interés y, sobre todo, nunca dejar tu corazón a la vista.
A veces las olvidas, a veces lo das y trasmites todo, aun sin hablar. Pero ni siquiera tú sabes si eso que das es sincero o impostado. Estos momentos duran poco, te sientes desnuda sin tu armadura. No puedes dejar que nadie la traspase, has de sellar bien todos los accesos.
No sufrir, no sentir, no vivir.

Te encontrará

Ya viene
viene a por ti
no tienes donde huir
sus ojos todo lo ven
no es posible engañarla

Puedes cambiar de piel
pero te conoce muy bien
al final te encontrará

Ahí la tienes
sobre tu sien
esta vez te va a seducir
oculta bien tu corazón
o lo devorará

Te llevará al único lugar
que no tiene retorno

Chica del garaje

Ella es todo misterio
nadie sabe lo que piensa
su pasado es una isla
que solo ella conoce

Chica del garaje
¿qué hay dentro de ti?
dame alguna pista
que me acerque a ti

Quítate la capa
de oscuridad
dime lo que piensas
no quiero jugar más

Chica del garaje
¿qué hay dentro de ti?
dame alguna pista
que me acerque a ti

Ella es luces y sombras
la quiero día y noche
se declara inaprensible
atestiguo que no miente

Chica del garaje
chica del garaje
chica del garaje


Tuesday 3 December 2019

Nuevo mundo

La caída se eterniza, de tal manera que la oscuridad y yo somos ya una misma cosa; se ha adueñado de todo mi ser, no soy más que una nada en movimiento descendente. Si este es el célebre viaje al más allá, hace honor a todos los temores que suscita. La consciencia empieza a languidecer. Debo estar ya en el umbral…
Tras golpearme contra las paredes por enésima vez, un choque abrupto acaba con mis fantasías mortuorias. Es de tal violencia, que me fuerza a salir del estupor semicomatoso en el que estaba inducida, y la más sobria consciencia me golpea a su vez: mi situación actual, atrapada en un pozo a decenas de metros del exterior, se aleja mucho de mi idea de un domingo tranquilo en el parque.
Una angustia cerval me domina, lo que, unido al festín de músculos maltrechos y huesos rotos, conforma un triángulo poco halagüeño. Contra todo pronóstico, consigo mover mis extremidades. Empiezo a explorar la pared en busca de una roca piadosa que me ayude a levantarme. Me adhiero a la primera que logro alcanzar, y, guiada por el recuerdo de las historias fantásticas que devoraba desde niña, la empujo con saña, embriagada por la vana ilusión de que ceda y me abra las puertas de un mundo nuevo, un mundo de colores vivos que haga de salvoconducto para huir de esta celda de negritud.

 Ante mi total estupefacción, una de mis embestidas hace mover la roca, y por la grieta resultante un haz de luz me ciega. Una vez mis ojos se adaptan al brusco cambio lumínico, percibo que detrás de la roca ocurren cosas; la vida ha vuelto. ¿Será este ese mundo que tanto anhelaba?
Me adentro a duras penas por el hueco providencial. Lo primero que veo son unas curiosas construcciones triangulares de una simetría inhumana, similares a las pirámides. También hay esculturas monumentales, montañas inabarcables para el ojo humano, un río enorme y animales de toda índole vagando con total pasividad. Y el sol, mi añorado astro rey, pletórico como pocas veces lo había visto. No salgo de mi asombro; ¿me encuentro en el paraíso, en el limbo o en el baúl de las maravillas del que se nutre el mundo ordinario?
Buscaré un refugio, me asentaré, conoceré a todas las formas de vida que habiten aquí. Creo que este puede ser el lugar del que tanto se ha escrito.